El asesoramiento y orientación a padres gira en torno al acompañamiento de las dificultades y angustias que emergen en el proceso de ser padre y madre. Este trabajo está basado en dos pilares: la comprensión de las necesidades del niño en cada momento de su desarrollo (desde el embarazo hasta la adolescencia), así como todo lo que emerge internamente en el adulto a la hora de abordarlas. Puede darse en pareja o individualmente, trabajando la figura del padre o de la madre.
El desarrollo evolutivo hace hincapié en conocer los hitos evolutivos propios de cada edad. Nos referimos a hitos como el destete, el rechazo a la comida, situaciones de rebeldía, el control de esfínteres, las primeras separaciones, etc. Todos estos momentos, que a veces suponen un desafío para los padres, conllevan un crecimiento psíquico en el niño.
Esta propuesta se enfoca desde una perspectiva de atención ante dificultades ya emergidas así como desde una perspectiva preventiva. Esta última, especialmente enfocada -aunque no únicamente- para padres con niños hasta los tres o cuatro años, se trata de un acompañamiento en el que a través de las dificultades cotidianas se reflexiona sobre el momento vital del niño así como lo propio del adulto.